miércoles, 3 de diciembre de 2014

Que vuelvan las máquinas de coser de doble pedal!

Muchos médicos del siglo XIX estaban convencidos de que las máquinas de coser, especialmente las de doble pedal, eran artilugios diabólicos, que fomentaban la masturbación femenina. El pedal iba conectado a la base de la máquina de coser mediante un palo, que accionaba una rueda. Al movel el pedal arriba y abajo, el palo subía y bajaba y hacía girar la rueda; así, según la velocidad con que la mujer accionara el pedal, podía variar la velocidad a la que cosía. Y, evidentemente, también la velocidad del orgasmo.

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Desde aquí, maldigo al inventor de las máquinas de coser eléctricas ¬¬

[Fragmento del libro de Francesca Serra Las buenas chicas no leen novelas.]